corrupción , no al gato por liebre , noticias , politica , sociedad Jueves, 28 abril 2016

¿Cómo así el rector de la Universidad Católica hace equipo con los rectores que se oponen a la Ley Universitaria?

Luis Davelouis

La libertad se lleva dentro y se ejerce afuera. Es una decisión, nunca algo que te puedan dar. Soy periodista.
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En la foto de izquierda a derecha: Marcial Rubio (PUCP), José Antonio Chang (USMP), Pedro Cotillo (UNMSM), José María Viaña (ex-UNFV) y Orlando Velásques (UNT) en la Asociación de Universidades el Perú. Imagen: vía Luis Davelouis

Marcial Rubio y la Ley Universitaria

(título original)

CÓMO ASÍ EL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA HACE EQUIPO CON LOS RECTORES QUE SE OPONEN A LA LEY UNIVERSITARIA

Marcial Rubio es el rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú, una de las pocas universidades que mantuvo la ecuanimidad durante el feo debate sobre la idoneidad de la Ley Universitaria.

Esta norma -aprobada con las justas y con la oposición férrea de los dueños de universidades negocio que a la vez son congresistas, aún- busca, a través de la Superintendencia de Educación Superior (Sunedu), poner orden y garantizar la calidad de la educación que reciben los alumnos en las universidades frenando la estafa de la que miles de peruanos de buena fe son víctimas. Eso de pagar por un título que no sirve para nada se estaba haciendo dolorosamente cotidiano para decenas de miles de jóvenes y sus familias. (Si quieres ver cómo funciona su negocio y por qué son tan nocivas, mira aquí).

Bueno, la cosa va más o menos así. La Ley Universitaria desparecía la Asamblea Nacional de Rectores (ANR), el órgano jurisdiccional de mayor rango en el ámbito universitario (por norma constitucional, las universidades son autónomas) y lo reemplazaba por la Sunedu. La ANR se había convertido en un club de amigos que se guardaban las espaldas entre ellos como si fueran cómplices o de gente que, prefiriendo no tener nada que ver con los peores entre ellos, se ponía de costado o jugaba al indiferente.

En la resistencia a la ley estaban los dueños de las universidades, los rectores que se debieron ir y los que vivían cómodamente del status quo (recordemos que hay muchísimos millones de soles en juego) y se replegaron en la Asociación de Universidades del Perú (ASUP). Esta asociación pertenece a la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL) de la cual Marcial Rubio, rector de la PUCP, es vicepresidente de la región andina.

Pues bien, UDUAL emitió un pronunciamiento (léelo aquí) en el que decía, groso modo, que la Ley Universitaria era una herramienta del gobierno para asediar (sí, de verdad, decía “asedio”) y obstruir el ejercicio de las funciones de las autoridades elegidas por las propias universidades. El pronunciamiento también demandaba el “cese de la intimidación de las universidades públicas, largamente postergadas en sus financiamientos”. De hecho, salvo por lo último (porque San Marcos es estatal y tiene más ingresos de los que puede gastar y su rector, Pedro Cotillo, también… tenía), parece que el comunicado lo hubieran escrito los rectores que debieron dejar sus funciones por mandato de la nueva ley.

El asunto con Marcial Rubio llama especialmente la atención porque la PUCP viene trabajando con distintas organizaciones del Estado en el marco de la nueva Ley Universitaria. Parece un contra sentido que, en realidad, nadie entiende. Y es tanto así que la Federación de Estudiantes de la PUCP (FEPUC), emitió un comunicado (léelo aquí) exgiéndole al rector Rubio que se deje de vainas y diga de una vez si está o no a favor de la Ley Universitaria. La FEPUC ha dejado en claro que, al menos en lo que respecta al comunicado de UDUAL sobre la ley universitaria peruana, Rubio no representa a la universidad. Feo exponerse así.

 

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Pedro Cotillo entregando Doctorado Honoris Causa a Marcial Rubio. Imagen: Captura YouTube

Pero, ¿por qué se manda alguien con tantos enemigos por todos lados como Marcial Rubio a respaldar un comunicado como ese? ¿Por qué no se inhibió y dejó constar en actas que él no respalda ese comunicado?

Ahora, algunos abogados piensan que la Ley Universitaria de hecho afecta la autonomía de las universidades y que, por ello, es inconstitucional. Esta, al parecer, sería la opinión personal de Marcial Rubio. Sin embargo, muchos otros abogados piensan que la ley sí respeta la autonomía universitaria y que en ese sentido está en total sintonía con la Constitución. Cierto, en una sala con 10 abogados uno puede encontrar 20 posiciones. Sin embargo, en noviembre del 2015, el Tribunal Constitucional fue categórico al afirmar que la ley no tiene ningún indicio de inconstitucionalidad.

La PUCP enfrenta sus propios problemas con el Vaticano y se dice que Pedro Cotillo ha respaldado a Rubio de varias maneras. Por lo tanto, la posición de “quien calla, otorga” que ha asumido el rector de la PUCP hasta el momento sería, en el mejor de los casos, un gesto de reciprocidad agradecida.

Todo bien con ser agradecido, pero se puede serlo sin ir en contra a una ley que ha hecho tantos enemigos como hienas usufructuaban de la ley del fujimorato que así como permitía que cualquiera con una patineta más o menos grande hiciera taxi, permitía poner una universidad negocio que emitiera Títulos a Nombre de la Nación en cualquier garaje sin baño.

(Ok, lo de la patineta es una exageración, pero lo del garaje sin baño es tal cual y si no me creen pregúntenle al Congresista Daniel Mora).

Hay que ser más coherente: según IPSOS más del 80% de la población está a favor de la Ley Universitaria y de que el Estado garantice la calidad de la educación a través de la existencia de SUNEDU.

Ya pues, Marcial, ¿de qué lado estás?

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Marcial Rubio. Rector PUCP. Imagen: vía Luis Davelouis

Puedes visitar la publicación original aquí

 

 

Luis Davelouis

La libertad se lleva dentro y se ejerce afuera. Es una decisión, nunca algo que te puedan dar. Soy periodista.