no al gato por liebre Miércoles, 30 abril 2014

¿Quién llamó a Cosas para interceder por Nadine? (de tin marín…)

Luis Davelouis

La libertad se lleva dentro y se ejerce afuera. Es una decisión, nunca algo que te puedan dar. Soy periodista.
Alfonso García Miró, Presidente de Confiep.

Alfonso García Miró, Presidente de Confiep.

Confiep llamó a Cosas.

A ver, no es tan difícil. La misma editora de la revista, Isabel Miró Quesada, nos lo está diciendo. Gente «cercana», «importante», «no ligada a nuestra empresa» (Cosas no pertenece al Grupo El Comercio), pero es «muy importante» a quienes la Primera Dama habría llamado personalmente. ¿Llamaría Nadine a Pepe Luna? No lo creo.

Cuando a mediados de marzo, el gabinete de René Cornejo bregaba por el voto de respaldo del Congreso, este condicionó dicha aprobación a que la Primera Dama desapareciera del escenario o, por lo menos, a que dejara de intervenir en las políticas de Estado (cosa que auguramos que no pasaría y ahora sabemos con certeza que no pasará). Entonces, de lo ignoto (para ponernos dramáticos) como John Wayne  el Llanero Solitario, apareció el presidente de Confiep, Alfonso García Miró, quien se refirió a la exigencia del Congreso como “[…] anécdotas, trascendidos, y frivolidades que no hacen gobernable a un país” (léelo tú mismo, aquí).

Es decir, para García Miró, todo estaba muy bien: Nadine no interviene y, si lo hace, su gremio, Confiep, no tiene ningún problema con ello. Más bien, si se quisiera cambiar el estado de las cosas y existiera la genuina intención de llamar a un primer ministro independiente como parece que quiso ser Villanueva, la inversión puede peligrar porque «afecta seriamente» el desenvolvimiento económico, las inversiones, y genera una «incertidumbre injustificada» y «artificial». (míralo aquí) Confiep nunca ha sido, durante ningún gobierno, admirador de la institucionalidad. Esta, siempre por debajo de lo que le es funcional, incluso desde antes de que Fujimori llegara al poder.

El vínculo entre Castilla y los empresarios también involucra a la esposa del Presidente Ollanta Humala pues, a diferencia de su cónyuge, ella los recibe, los escucha y conversa con ellos directamente y también -al menos en un principio- a través de Miguel Castilla, el ministro de Economía.

Ollanta Humala y Nadine Heredia. (FOTO: Reuters)
Ollanta Humala y Nadine Heredia. (FOTO: Reuters)

La presión de Confiep sobre la revista Cosas, obviamente, no tiene que ver con la amistad que los une a Nadine Heredia sino con que, puesta en evidencia la injerencia de la Primera Dama en el gobierno, ella habrá de disminuir sensiblemente y, con este hecho, también la llegada de Confiep a Palacio de Gobierno, al más alto nivel. Porque sí, Humala seguirá ignorándolos.

Por lo que podemos intuir, es muy probable que al menos Alfonso García Miró llamara a su prima Isabel o a su tía Elizabeth o a su tío Alejandro para evitar o tratar de evitar que la publicación no aparezca o lo haga de una manera muy distinta a como finalmente apareció. Además de quizás apelar al argumento del parentesco, Confiep reúne a las empresas más grandes y poderosas y los mayores anunciantes en publicidad (lo que le da de comer al 90% de los medios y puede decidir si un medio es o no exitoso desde el día uno) del país.

Sin embargo, esa presión no parece suficiente, ¿no? Si a ti te llama tu primo a pedirte un favor como ese, que se mete con lo que haces para vivir, con tu oficio, tu profesión, sientes la plena libertad de mandarlo a rodar, ¿cierto? Entonces, para que Isabel diga que era «muy importante», ¿quién tendría que haber llamado? Pues nos dicen que llamó el mismísimo José Graña, CEO de Graña y Montero, quien hasta el mes de marzo (19) fue presidente del directorio de la hasta entonces empresa editora El Comercio. Eso dice mucho. Sobre todo porque Graña dio por perdido -el mismo 19 de marzo- el que puede ser el contrato de inversión en infraestructura más ambicioso de la historia del Perú: el Metro 2 de Lima, con casi US$6.000 millones comprometidos. Tiene sentido si está tratando de reconstruir la relación con Palacio después de eso.

Así que es muy bueno y habla muy bien de la línea editorial de la revista que no hayan dado su brazo a torcer aunque, bien mirado, y con toda la expectativa que se formó alrededor del escándalo, arrepentirse y no salir o salir a medias, dejó de ser una opción ayer muy temprano.

Este incidente también deja entrever que la Primer Dama no es ese respaldo férreo, de piedra, que dice ser para su esposo. Se puso nerviosa, se le fue de las manos, llamó a todo el mundo, y perdió por completo el control de la situación. Las llamadas, sus twitts y la carta notarial así lo sugieren. El nerviosismo supone inseguridad que a su vez refleja conciencia de que no se está a la altura de las circunstancias. O al menos la ilusión de que es así.

Como me dijo un amigo, Nadine no era ni tan hábil, ni tan fuerte, ni tan fría como la pintaban.

ADENDUM: No vamos a saber nunca si la Primera Dama efectivamente pactó una entrevista no política sobre el día de la madre con su «amigo» de la universidad ni si todo lo que hemos leído, en efecto grabado, lo dijo como quien conversa con alguien de confianza a quien no se ha visto por largo tiempo. Quizás el periodista sí le advirtió que toda la entrevista sería grabada y «on the record» (hay una diferencia, porque uno puede seguir grabando para futuras referencias lo que le dicen sin dejar de grabar ni posteriormente quebrar el compromiso con el entrevistado), quizás no. En todo caso, es un interesante caso de estudio.

 

Luis Davelouis

La libertad se lleva dentro y se ejerce afuera. Es una decisión, nunca algo que te puedan dar. Soy periodista.